Lo que comenzó con una fiesta terminó con una dura derrota, que pone en suspenso el final de la primera etapa del campeonato. Ante un Estadio Banco Guayaquil parcialmente lleno, con aficionados que vinieron a disfrutar de un gran partido de fútbol.
Así empezó, con un tarde perfecta para el fútbol, un partido que se sentía diferente, porque son equipos que proponen, que no se esconden.
Independiente, en los primeros 45 minutos hizo un partido casi perfecto, el toque de balón rápido, presionando al rival que lleva la pelota.
A los 14’ minutos de la primera etapa, tejida sensacional y el baló todito para Hoyos, en el área que no perdona y con fuerte definición anotaba la primera del partido.
Este gol le daría a IDV mayor confianza ante su rival, tanto así que las llegadas de IDV era continuas y la superioridad del equipo era notoria, ya que el rival no se acercaba con muy poca peligrosidad. A los 34’ minutos Fernández ensaya un centro y el defensa Rodríguez en su afán de rechazar hace golpear el balón en el portero Domínguez y era el 2 a 0
Antes de finalizar el primer tiempo centro nuevamente de Fernández en un contragolpe mortal y Hoyos esta vez no pudo anotar la tercera.
Así culminaba la primera etapa con una victoria solida, inapelable.
Pero estas cosas son las que hacen que el fútbol sea el deporte que es, lo apasionado que resulta.
El rival salió cambiado totalmente, al punto que su presión dio frutos y a los 53’ minutos Rodríguez anotó el gol y el equipo no pudo tener el control que normalmente tiene. El shock fue tal que a los 59’ minutos, Johan Julio en una jugada rapidísima anotó la segunda, Independiente si reacción, no se acomodó en la cancha.
A lo 80’ del partido ya al final del partido José Quintero anotó un gol con drama, porque el VAR demoró en su decisión, ratifica con gol y termina 3 a 2.
El fútbol es así, pero de las derrotas hay que aprender, el equipo se debe hacer fuerte nuevamente para afrontar lo que se le viene.
Arriba el ánimo, que el viernes se viene un partido más frente a Aucas.
Por: Pablo Trujillo A.